LIBROS PARA MUTANTES

Uno mira hacia arriba y parece haber alguien... mira hacia abajo y cree ver alguien... ¿Dónde está “arriba y abajo”? Alguien... Posibilidades humanas que contienen diversidades profundas, experiencias de posibilidades completas, contenidas por el espacio, suspendidas en el espacio vacío... Expresadas en su tiempo. Se descubre el telón... ¿Dónde está el arriba y el abajo? Había buscado integrar las diferencias en una linea recta pero... ¿Dónde está la linea recta? Diferencias despegadas aparecen con una profundidad nueva, una dimensión que cubría el arriba y el abajo. Diferencias despegadas que se despliegan, cada una, en su particularidad, en su espacio y en su tiempo... ¿Cómo es que se conectan esas diferencias? Las preguntas, cada pregunta, descubre nuevos velos. Descubren vínculos sincronizados que parecían inconexos... Parece que se desgrana en miles de motas, d e m o l é c u l a s, loqueestabapegadoenunaforma, unaposibilidaddeforma. Se desgrana el arriba y el abajo, Y quien parecí

Las Palabras Indígenas del Tao Basta con seguir la estela del triángulo, un ápice de tiempo. Es el “sabor de las cerezas” - dijo Abbas. Basta con saberse ciego para no ver y con enamorarse un poco para amar la ceguera. Yo “ensayo sobre la ceguera” – dijo Saramago, y yo ensayo cuentos, agradecida a mis ojos porque puedo leerlos. No basta con rimar para ser poesía, basta con-sumirse en el aliento, perpetuar palabras, morir entre líneas y renacer entre silencios. No basta con sumar para ser matemáticas, ni basta con escuchar para ser sinfonía. No basta, para el arte no bastan las formas, sólo basta la entrega, el rayo punzante que atraviesa las entrañas y llora desgarrado por salir en su forma, contemplando su propia belleza, aturdido por tanta belleza… No basta con querer para ser amor, basta con rasgarse la piel a tiras, desnudar el alma en el paso del instante, basta con parar el tiempo, distribuirse el sentimiento entre el hígado y el páncreas, acariciarse e

Cuando Petter Waterloo se presentó en casa de la Señora Suárez, nadie lo esperaba. Llamó tres veces a la puerta con los nudillos de la mano derecha. Lo atendió una voz desde dentro, ¿quién es?, Señora Suárez, soy el Señor Waterloo, abra, por favor.  Esmeralda Suárez pareció no darse por enterada. No conocía al tal Señor Waterloo que parecía tratarle con tanta confianza. A los desconocidos no se les abre la puerta, se lo enseñó su padre más de ochenta años atrás, y ella era una niña muy responsable y muy bien mandada. Pensó que era mejor que pasara el tiempo sin ofrecer más respuestas. Todos se cansan de esperar. Fue hacia la cocina a ponerse un té de canela. Calentaba el agua con el fuego de siempre, lo encendía con cerillas porque nunca se acostumbró al sofisticado mechero que le regalaron sus hijos por Navidad. A veces se le olvidaba poner en la taza el sobrecito de té, y tomaba el agua caliente con azúcar. Su cara era de tal placer que se diría que el gusto es una cuestión puramente

Cuando un diseño está dispuesto a ser contemplado tal y como es, se acerca a quien/es permiten que éste se exprese tal y como es. Se acerca a quienes no toman a la “honestidad” como una exigencia, sino a quienes le permiten que pueda expresar su falsedad y contemplarla honestamente. La honestidad es una paradoja muy profunda, amorosa hasta el infinito en el permiso de ser lo que se es. “Yo también soy Cercei Lanister” Divina Buenaventura Estupefacta www.unkido.com/libros

La indiferencia, la pérdida de interés por una relación, por un vínculo, cuando se genera solo en una de las partes, y esa parte se aleja, quizás la otra parte, si se siente herida, va a buscarse miles de razones imaginarias con tal de alejarse de sentir lo que le produce que aquel a quien necesita, le sea indiferente. “Eres mal@, cobarde, falso... etc”... cubrir la verdad, que es: “te soy indiferente, o no te molo, y ya no te apetece relacionarte conmigo, y no puedo soportarlo”. Muchos prefieren ser odiados que ignorados. Prefieren un vínculo conflictivo, que Nada. Y en esa cadena en la que no hay libertad de ser, la comodidad de acusar al otro de mi herida, es un sofá de alta gama en el que acomodarse. Así se acaba justificando que uno es genuino, y el otro es un falso, (y unas cuantas amigas alrededor que lo verifiquen para "coser mi herida") que uno es valiente, el otro es un cobarde que se aleja... etc. miles y miles de creaciones imaginarias... todas cubrien

Graciosa nos dijo a Espejo y a mí, antes de irse a Libertad, que observaba sus fotos de más joven, y se veía hermosa. “¿Por qué veo ahora lo hermosa que era entonces? ¿Por qué no lo vi a su tiempo?” Hoy me desperté con la imagen de ella, haciéndose aquellas preguntas. “¿Por qué no lo vi a su tiempo?”... Y me doy cuenta de ese desfase entre la perspectiva y la realidad, me doy cuenta de esa brecha. Quizás, por primera vez, no encuentre en esa brecha una enemiga, sino un elemento tremendamente nutritivo para mi experiencia de vida. Sin esa brecha, quizás, no podría tener la conciencia que se genera de la brecha misma. Esa brecha contiene una visión de uno mismo en la que se auto-anula, se menos-precia... quizás nos olvidamos de la función de aquella auto-anulación, así que, nos dedicamos a combatirla. Pero ¿qué función tiene?... me pregunto... y la pregunta genera una inclusión de la brecha misma, y de la auto-anulación misma, que, sintiéndose contemplada con interés desconocido, des