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Mostrando entradas de mayo, 2016

Macbeth (Evangelios Apócrifos de Divina Buenaventura Estupefacta)

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"¿Leyeron Macbeth? o ¿vieron la película? No importa, esto no es un test de cultura, no se preocupen. Solo quiero utilizar Macbeth para explicarles una cosa que les sucede en sus vidas, que nos sucede todo el tiempo. Macbeth es un soldado que, después de una batalla, se encuentra unos espectros que le vaticinan que será rey. Así, sucintamente resumido, éste es el hecho que les cuento, porque es el hecho que ahora más me interesa. La cuestión es que Macbeth, al saber su destino, empieza a “esforzarse” porque el vaticinio se haga real, porque se le despertó un ansia de poder, que comenzó a dirigir sus actos. Así, a la primera barrera que encuentra que, según su entendimiento, le va a impedir ser rey, él trata de derribarla. Quiere ser rey, quiere ser poderoso, quiere ser admirado y adorado... Ese tinte de anhelo de poder, o de anhelo de éxito, o de anhelo de ser amados... nos lleva, en nuestra propia vida, a interferirla para llevar a cabo nuestros propios “vaticinios person

Reflexiones de Divina Buenaventura Estupefacta: Madurar

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Viendo la parra del jardín, me pregunto qué es madurar. Cuando era adolescente me daba pánico madurar, al modo en el que veía a la gente que lo hacía, a mis propios compañeros de instituto, a las personas que encontraban un trabajo y empezaban a “hablar distinto”. Recuerdo que me llamaba mucho la atención la forma en la que mis amigos empezabana a dirigirse a los niños. Ahora, de repente, soy un adulto y le empiezo a hablar al niño desde esa posición en la que yo sé más que él, y tengo que enseñarle a comportarse. Madurar era, y es, desde esa perspectiva, aprender a hacerse duro, justamente, aprender a hacer dura a la MA, la pregunta que abre la experiencia. Es aprender a hacerse responsable, a esforzarse, a luchar, aprender a caer y levantarse, aprender a tomar los inconvenientes de la vida con ánimo... Lo que sucede es que, poco a poco, la energía que recibe uno para experimentar ese tipo de madurez, se va agotando, y entonces uno un día se cae, y ya no tiene ganas de levantarse; y

Esclavos de la perfección

"Hay gente que vive así, se lo juro. Dan un paso y se preguntan si estará bien o estará mal. Se observan, se comparan con un ideal que no alcanzan, y tratan de mejorarlo. Se miran, y se comparan con otro, y ven que no alcanzan la estatura de sus semejantes. Siguen caminando, y siguen poniéndose una tras otra pega tras cada paso. “¿Estás seguro? ¿Hiciste lo correcto?” Ponen en duda todos sus actos, pero jamás ponen en duda a la voz que les habla acerca de sus actos. Hay gente que vive así, se lo juro. Lo que todavía no saben es que son absoluta y profundamente libres, y que solo están creyéndose ideas, frases, pensamientos, que son humo y que no tienen más peso que el que ellos le dan. Poco a poco se van a ir dando cuenta, y los esclavos de la perfección serán el oxígeno que precisa este planeta. Cuando aparece la vida detrás de la propia negación..." Evangelios Apócrifos de Divina Buenaventura Estupefacta

Prefiero callar antes que hablar por otro

“ Me gustaría no pensar tanto, pero no puedo ”, dice él, con sus ojos rojos tras horas sin dormir. “ ¿Qué puedo hacer? ”, me pregunta, buscando la solución a su problema; pero yo no tengo la respuesta. Podría citarle de memoria veinte párrafos de iluminadores de la conciencia con sus técnicas para no pensar; pero no quiero ser nunca más un loro de repetición, así que busco entre las frases revueltas del rastro impertinente de mi cabeza, si tengo alguna que se adapte a la ficha de su puzzle y no sea repetida. No la encuentro. Y prefiero callar antes que hablar por otro.  Me doy cuenta de que esta noche rellenará su cabeza de nuevo con cientos de historias insuficientes, falsas, imaginarias y preocupantes, y no será diferente de las demás noches sin dormir; pero también sé que en la contradicción misma se encuentran las respuestas; y es en el caos de la inesperanza, de las cosas absurdas, cuando aceptamos ese aparente gran drama del dolor hipócrita que se pavonea por la sangre, donde

Apócrifos de Divina

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Contigo y Sintigo

La gente no se siente libre estando con alguien porque se autoimpone su propia celda, que se retroalimenta con la celda del otro.  Esa celda que construyo día tras día en mi mente, en las normas que me creo acerca de cómo ser, y acerca de cómo debe ser aquel a quien tengo al lado, o las normas sobre cómo estar solo, o cómo  debería ser aquel a quien busco...etc.  Claro, si en mi mente tengo una orgía de voces ¿cómo voy a tener una pareja saludable?, ¿cómo voy a conocer quién es el otro en realidad, si ni siquiera sé quién soy yo mismo, si cualquiera de las voces que suenan en mi cabeza me informan sobre cómo soy y cómo es el otro, y las acepto sin cuestionarlas? ¿cómo voy a conocer a quien tengo frente a mí, si le creo más a las voces que a lo que el otro es en realidad? Prefiero verte con las gafas del ideal, o bien prefiero verte erróneo, para tener así algo que cambiar en ti, algo que corregir... ¿Se atreven a saber verdaderamente a quién tienen a su lado? Entonces tienen q

La Ira del No

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El No , esa en apariencia insignificante palabra de dos letras, comienza las revoluciones. Pero si lo aplicas ahí afuera, mientras sigues diciendo Sí a cada pensamiento que te viene a la cabeza, la revolución no puede ser de otra forma que un desarrollo violento, repetido, conocido... Pero si ese No se torna hacia dentro, si es un No a ti mismo, a las estupideces que te dices a ti mismo, a las tontas preocupaciones que te asaltan al amanecer, y que van contigo todo el día mientras te dicen cómo tienes que solucionarlas; entonces ese No es una bomba atómica abstracta que mata posibilidades enfermas de tu mente, mientras te mantiene vivo. Es bomba de racimo, porque es imposible que un cambio semejante en una persona, no modifique inevitablemente lo que está a su alrededor. Se expande igual que hace con la muerte una bomba concreta, pero ésta lo que expande es la vida, y la conciencia de la vida. Ese No nace a veces con mucha rabia, porque nace de sentirse apretado, sentirse pe

¿Para qué...?

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Creep

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"Esa sensación, se repetía una y otra vez, cada cierto tiempo. Soy alguien detestable. Cada cierto tiempo. Ante alguien especial.  Ante una situación en la que no te sabes comportar. Ahí estaba de nuevo. Soy alguien detestable. Ante alguien a quien amar que se te escapa, que se te va... Soy alguien detestable. Una y otra vez buscar en el armario de los remedios uno que me sirviera para no sentirme así, tan jodidamente detestable. Y aquellos esfuerzos por no ser... la bebida, el aditivo que tomé... para no ser así... para no sentirme como me sentía... eran inútiles, eran las palas que cavaban mi fosa más y más profundo. Sé alguien detestable, juega a ser alguien detestable. Juega a la impotencia de no obtener lo que buscas. No pelees más. No luches más... Lo hago, porque no me queda otra... porque no tengo salida... porque, ahora veo, jamás fui libre de elegir otra cosa. Porque no había forma de superar, cambiar, modificar o reformar al bicho raro dentro de mí.

El Cervatillo y el León

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  “Algo te empuja a que mires allí donde nunca quisiste asomarte, algo te pone delante de los abismos que evitabas, algo te impulsa con fuerza a dejar de huir... y lo hace porque espera que se lo muestres para devorarlo, que te ABRAS en aquel abismo, en toda tu vulnerabilidad, en todo tu sentir. Y aunque tu identidad se resiste, porque teme a aquello desconocido que viene a liberarlo, no tardarás mucho tiempo en darte cuenta de que no puede el cervatillo comerse al león, y que no hubo león tan lleno de amor y generosidad como el que viene a devorar el combustible de tu herida percepción.”  Los Evangelios Apócrifos de Divina Buenaventura Estupefacta.